Semana Santa

Estamos en la más grande de todas las semanas, la que le da sentido a toda nuestra existencia, gracias a esta semana somos lo que somos ¡Si! Pues si somos hermanos, lo somos porque Jesús nos ha liberado del dominio de la muerte y nos hizo participar del Reino de su luz admirable.

¿Qué sucedió en esta semana hace casi 2000 años? Hubo una muerte, un inocente fue ajusticiado, entregado a la violencia de los hombres injustos y Él aceptó su destino porque había entregado su vida a un proyecto superior a cualquier otro proyecto, es el Reino de su Padre, Dios era la razón de cuanto Jesús dijo e hizo, pero el mal (que es violento) no soporta que el bien triunfe y se opone con violencia al deseo de los hombres buenos que luchan por un mundo justo, un mundo que se parezca al sueño de Dios para la humanidad.

Pero Dios tiene la última palabra, y la última palabra de Dios es la vida, el triunfo de la vida sobre la muerte, canta la Iglesia: Y así dijo el Señor: "¡Vuelva la Vida, y que el Amor redima la condena!" La gracia está en el fondo de la pena, y la salud naciendo de la herida. Pues es cierto que “Lucharon Vida y muerte en Singular Batalla y Muerto el que es vida Triunfante se levanta” Así que el cristiano no celebra la muerte, sino la vida que venció y siempre vencerá a la muerte. Que nuestro Dios siempre esta del lado del oprimido, del que ha sido cruelmente violentado y que nuestro Dios es un Dios victorioso Por eso ahora cantamos con San Francisco: tú eres vida eterna nuestra: Grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso Salvador.