Inmaculada Concepción
Imitar a la Madre de Dios
1. Petición del día:
Preparar el corazón para que Dios pueda morar en mi y darlo “a luz mediante las acciones santas, que deben resplandecer para ejemplo de los demás”
2. Objetivo del día:
Contemplar como en medio de la oscura noche de los tiempos Dios encontró un corazón dispuesto en el que pudo hacer su morada y así dio inicio la historia de la salvación mediante el si de la humilde y pobre doncella de Nazaret
3. Para la meditación (Gálatas 4, 4-7)
“Pero, llegada la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido sujeto a la ley, a fin de rescatar a los sujetos a la ley, con objeto de conferirnos la adopción filial. Y la prueba de que vosotros sois hijos, es que Dios ha introducido en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que grita: ‘¡Abba! ¡Padre!’ de modo que ya, tú no eres esclavo sino hijo y por tanto, heredero de parte de Dios”
4. Oración:
«Mirarte simplemente, Madre, dejar abierta sólo la mirada; mirarte toda sin decirte nada, decirte todo, mudo y reverente. No perturbar el viento de tu frente; sólo acunar mi soledad violada, en tus ojos de Madre enamorada y en tu nido de tierra transparente. Las horas se desploman; sacudidos, muerden los hombres necios la basura de la vida y de la muerte, con sus ruidos. Mirarte, Madre; contemplarte apenas, el corazón callado en tu ternura, en tu casto silencio de azucenas». (Himno litúrgico)
Emmanuel Barrientos Arguedas
Coordinador Fraternitas EG
![](https://static.wixstatic.com/media/f9b4a1_38e2d59672c34e5a90a437cf39771ede~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_1440,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/f9b4a1_38e2d59672c34e5a90a437cf39771ede~mv2.jpg)