Comentario del Santo Evangelio

Reflexión del Santo Evangelio según san Mateo (23,1-12) El Evangelio del domingo, parte de las polémicas de Jesús con los jefes religiosos del pueblo, es una propuesta que se mantiene vigente en nuestros días. Jesús, como quienes están escuchándolo, ha visto el comportamiento incoherente de las autoridades religiosas de Israel, ellos – dice Jesús – lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar y todo lo que hacen es para que los vea la gente y los llamen maestros. Cierto, enseñan cosas buenas, pero su comportamiento desdice cuanto tratan de enseñar. Ustedes, en cambio – afirma Jesús – no se dejen llamar maestros, padres o consejeros, no hay necesidad de buscar los primeros puestos y de colocarse por encima de los demás. El valor del discípulo de Jesús está en el servicio, en ser los últimos para estar con los últimos. Nosotros seguimos a un carpintero de Nazaret, que vino al mundo “para servir y no para ser servido” (Mt. 20, 28 Mc. 10, 45) que quiso lavarles los pies a sus discípulos (Jn. 13, 14) y lo ha hecho dejándonos un ejemplo (Jn. 13, 15) para que sigamos sus huellas (1Pe. 2, 21). Sigamos a Cristo, nuestro único maestro, camino seguro para llegar al Padre y digamos con san Pablo “mientras vivo en esta tierra, vivo de la fe en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mi” (Gal 2, 20). Emmanuel Barrientos Arguedas Servidor de Fraternitas EG Pidamos en nuestra oración la virtud de la humildad. Padre bueno Tu Hijo Jesús nos enseñó que para hacer posible el proyecto del Reino. Es necesario ser servidores, hacer de los últimos para estar con los olvidados de la historia, pero a veces se nos olvida y buscamos los primeros puestos y ser halagados por la gente, por eso te pedimos: Ayúdanos a vencernos diariamente, a recordar que tu sueño es lo más importante, que los honores y las riquezas son pasajeros y sirven de poco. Te lo pedimos por Jesús nuestro amigo y hermano que contigo vive y reina y con nosotros lucha por un mundo nuevo por los siglos de los siglos. Amén