Consejos para ti, que has decidido seguir al Señor...

Querido hermano El Señor te dé su paz. Me han comentado que recién has decidido servir al Señor, te digo lo mismo que el autor del libro del Eclesiástico: “Hijo, si te decides a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba” (Eclo. 2,1), no te desanimes y sigue adelante, cuando algo es importante, no vale la pena ¡Vale la vida! luchar por ello. Me imagino que te encontrarás con dificultades en tu vida diaria, te cuento un secreto, todos los que hemos decidido seguirle más de cerca “hemos sido hipócritas” (así lo ha pensado mucha gente de nuestro entorno) para que no decaigas en tu empeño quiero darte algunos consejos: - Recuerda del barro que estas hecho, y del lodo del que te sacó Dios: no lo hagas con una culpa malsana, hazlo para agradecer a Dios que te ha visto tiernamente con misericordia y te ha salvado - Recordar que es misericordia de Dios haberte salvado de la esclavitud del pecado, te ubicará: aunque sientas que te esfuerzas mucho, Simone Weil dijo en uno de sus escritos, citando a Esquilo: “lo divino es carente de esfuerzo” hay en lo divino una facilidad más difícil que cualquier esfuerzo nuestro. Todo es don y gracia de Dios - Recordar tu barro, te volverá humilde, es que no hay santo sin pasado y pecador sin futuro. ¿cómo podrías no ser misericordioso si Dios lo fue contigo? - Mira con misericordia, “que no se aleje nadie de tu presencia, dice san Francisco de Asís, sin que haya visto en tus ojos la misericordia” no te defiendas con las palabras, deja que tus acciones hablen por ti que el “amor se ha de poner más en obras que en palabras”, dijo San Ignacio de Loyola. - No dejes de ser vos mismo. Jesús para salvarnos se hizo ser humano para enseñarnos que el camino de la salvación pasa por la humanidad, no nos podemos salvar sin nuestra realidad humana, sea completamente natural. A Santa Teresa de Ávila le daban reparo los “santos de palo”, por eso San Ignacio Bailaba para alegrar a los hermanos entristecidos en la casa en que vivía y san Francisco animaba a los hermanos alegrarse entre ellos. Esos son mis consejos querido hermano. Sigue adelante, no decaigas. Emmanuel Barrientos A. Coordinador FEG