COMENTARIO DEL SANTO EVANGELIO

Del santo evangelio según san Mateo (13,24-43) La importancia de la paciencia. Cierto día un joven hablando con un sacerdote muy sabio, recibió un consejo de esos que pueden hacerte entender la vida desde otro punto de vista. Aquel jesuita ya mayor le dijo a ese muchacho: ten paciencia, el Reino de Dios se va construyendo poquito a poquito con las pequeñas cosas de la vida ordinaria. ¡La vida ordinaria! Esa palabra. Siempre le he tenido cierto reparo a la vida ordinaria, me preocupaba gastar la vida en insignificancias siendo que delante de nosotros tenemos la gran tarea del Reino, una tarea urgente. Pero entonces he comprendido que el Reino se construye con paciencia aquí en la vida de cada día (si no terminamos sirviendo a un proyecto que no termina de encarnarse de hacerse historia diaria). El Evangelio de hoy nos habla de eso, de la paciencia: paciencia del sembrador que dejó crecer trigo y cizaña juntos para ver si la cizaña dejaba de serlo y pasaba a ser trigo o por lo menos no lo ahogaba, paciencia de la semilla de mostaza que pequeña, insignificante se ocupa en crecer, despacio y pero en crecer hasta convertirse en unarbusto. Paciencia de la mujer que ha mezclado la levadura con la masa y sin prisas la deja levar toda la masa. El Reino de Dios se hace con la paciencia de lo ordinario, de quien lo tiene como horizonte, como razón de cuanto hace, sin prisas. Porque el Reino es de Dios, Él es el que a la postre le dará crecimiento. Emmanuel Barrientos A. Coordinador FEG Pidamos a Dios la gracia de ponernos a su servicio. Eterno Señor de todas las cosas, yo me ofrezco como oblación, con tu favor y ayuda, delante tu infinita bondad, sabiéndome acompañado de tus amigos, testigos de la alegría de tu Evangelio. Yo quiero, deseo y es mi determinación deliberada, estar siempre a tu servicio y alabanza, e imitarte pasando injurias, ofensas y toda pobreza. De ti espero solamente que recibas la ofrenda de mi vida. (Paráfrasis de Ejercicios Espirituales 98 San Ignacio de Loyola)